FPYE_004.22_INN

La imaginación por venir. creación contemporánea e indisciplina educativa

  • INNOVA
  • MÚSICA

Líneas de innovación docente

  • Incorporación de metodologías activas que faciliten la consecución de los resultados de aprendizaje en el estudiantado.
  • Innovación docente en Prácticas, Prácticum y TFG/TFM.
  • Buenas prácticas en la docencia universitaria que incluyan la perspectiva de género, la inclusión educativa, los ODS, Aps, etc
  • Interdisciplinariedad, Metodologías innovadoras, Creación de material docente interdisciplinar

Coordinación

  • Pilar Serrano Betored, en Universidad Autónoma de Madrid
  • Rosa Díaz Mayo, Profesor/a Ayudante Doctor en Universidad Autónoma de Madrid

Resumen de los resultados

En relación con los tres objetivos principales, los resultados conciernen al ámbito de género, indisciplinariedad e interdisciplinariedad y metodología. En primer lugar, las reflexiones compartidas en torno a la cuestión del género por parte de las cuatro artistas invitadas pusieron énfasis en la importancia o no de la existencia de referentes en la educación, en la proyección pública de su oficio como creadoras y en la ruptura del concepto de genio-creador-hombre. La compositora Reyes Oteo compartió una reflexión interesante: “la música, por suerte, es asexuada [..] En mi caso, no necesité tener referentes femeninos en composición para tener claro que yo quería dedicarme a este oficio, pero reconozco que esa ausencia de referentes existe y que tiene una repercusión”. Sin embargo, la experiencia de Ana Botía, de la compañía de danza contemporánea Mucha Muchacha es diferente, “algunas de mis profesoras del Conservatorio, especialmente en la danza española, han conseguido superar los roles de género. Juan Carlos Lérida también es un referente en coger prácticas contemporáneas y aplicarlas en la danza española, consiguiendo muy especialmente modificar el trato del género en este tipo de danza”. Por su parte, la artista visual Glenda León mencionó a la artista Yoko Ono como una de sus referentes femeninas más importantes en el arte y reivindicó su idea de “feminizar la sociedad”, mientras que Coco Moya, centró su reflexión sobre género en su propia experiencia como integrante femenina del colectivo Menhir: “cuando tocamos juntos en conciertos, percibo cómo la gente se acerca a él para ofrecerle trabajo y yo, simultáneamente, soy tratada con indiferencia o faltas de respeto. No puedo comprenderlo, a mí no me educaron en esa diferencia de género”.

En segundo lugar, las reflexiones de las artistas sobre la creación interdisciplinar y por qué su creación tiene lugar a través de formatos híbridos o mixtos, apuntan por una parte, a la necesidad creativa de hallar nuevas propuestas como parte del proceso creativo, por ejemplo, para Reyes Oteo “la interdisciplinariedad viene de esa obsesión por lograr el valor de lo auténtico y lo verdadero donde todas sus fantasías son posibles” y para Mucha Muchacha “fue una pretensión el querer utilizar otros rangos de otras disciplinas, pero también fue una necesidad en la escena”. Por otra parte, para otras es algo intrínseco a su idiosincrasia, así, según Glenda León “viene de cuando uno es niño, mi infancia en Cuba transcurrió en un ambiente familiar de cultura mixta, entre cubana y griego-americana, y me hizo ver el mundo de una forma muy plural y diferente. Tuve la necesidad de buscar mi propia realidad y ser rebelde ante lo que el contexto cultural transmitía, y esto implica nuevas formas de expresar”, y para Coco Moya “es algo natural, porque en realidad nuestro cuerpo funciona como un sintetizador y nuestro cerebro está sintetizando constantemente. Contamos con varios sentidos y todos ellos se relacionan en nuestra forma de estar en la vida y de crear”. En cualquiera de los casos se podría hablar de una experiencia ontológica del arte. Las experiencias de las cuatro artistas nos han permitido ver cómo las propuestas interdisciplinares pueden responder a un trabajo colectivo o individual. Esto depende tanto de cómo es la idea germen del proyecto y/o de que este requiera la inclusión de otras artes que no se dominan, como de la formación interdisciplinar que se tenga, o también de si la experimentación y el desarrollo de nuevos recursos y herramientas forman parte del proceso creativo y del crecimiento del artista. En el trabajo colectivo el proceso es lento, pero es enriquecedor por la constante reflexión y el desarrollo de la capacidad crítica que se alcanza, mientras que el trabajo individual es interesante por la adquisición de nuevas habilidades y recursos creativos, pero se limita a unas posibilidades concretas y se trabaja desde el aislamiento. La actitud de las artistas respecto a estos dos tipos de procesos es diferenciadora, para unas trabajar en la colectividad es muy complejo y no suelen practicarlo, y para otras, es la forma de entender su creación. 

En tercer lugar, las reflexiones compartidas sobre la posibilidad de llevar a las aulas estos procesos creativos interdisciplinares o indisciplinados abordaron aspectos relacionados con las acciones que como docentes podemos ejercitar para favorecerlos. Las cuatro artistas coincidieron en destacar la importancia de fomentar la percepción a través de los sentidos, la experimentación desde el cuerpo y el conocimiento a través de la intuición, para recuperar la curiosidad y la capacidad de asombro propias de la infancia. Glenda León se preguntaba “¿cómo vas a hacer algo si no conoces tu cuerpo, ni te sientes libre en las interacciones corporales?”. Para Coco Moya es necesario abrir “a otras formas de percepción que nos permiten dejar entrar el mundo de otra manera, […] hacer canales de conexión diferentes”, que además, se transitan en un doble sentido, porque “tu cuerpo, tu ser, lo que eres capaz de percibir y de hacer se conforma también a través de esa práctica” de creación artística. Para Ana Botia “hay que reclamar ese conocimiento inspirador que viene desde la experiencia, que te motiva y que no se inicia a raíz de la razón”. El cultivo de una percepción sensorial amplia y diversificada puede desembocar en la necesidad de abordar la creación a través de más de un canal expresivo, desde la indisciplina creativa y la aproximación al arte sin límites, más allá de las disciplinas artísticas categorizadas desde la academia. Para Reyes Oteo es fundamental capacitar a los estudiantes para el proceso creativo, desde su estructuración en tres estadíos: idea – proceso – obra, con el fin de acompañarles y dotarles de un abanico amplio de herramientas y técnicas, para que cada uno/a encuentre aquellas que le sirven. Asimismo, destacó la necesidad de empezar desde la deconstrucción de los aprendizajes heredados sobre cuáles son los límites del arte que “muchas veces están llenos de marcos limitadores”, y aportar “una constante validación de lo que ellos están encontrando, porque muchas veces ellos se sienten inseguros y lo que hacen es ceñirse a moldes o referentes”. Para Coco Moya “muchas veces lo que les enseñas es a confiar en ese proceso que no es siempre lineal, […] que realmente es muy frágil, y requiere de mucha confianza”.

Evento en que se presenta